lunes, 1 de abril de 2013

Charcos de Marzo



Camino mirando al suelo, descifrando el lenguaje de los charcos. Marzo ha dejado todo un diccionario de charcos dispersos por aquí y por allá, esperando a que los interpretemos. Tienen un idioma propio y sugerente.
Marzo se fue y dejó sus reflejos, esperando atrapar alguna mirada que se asome a ellos con alma desenfocada.
Me gustan los charcos, me gusta pedirle prestada la risa a un niño y saltar en ellos, que el agua salpique y me golpee la cara. Es algo que los charcos no esperan de nosotros los adultos, pero están deseando dejarse sorprender...
Luego hay charcos y charcos. Los últimos en los que me he reflejado han sido los de las estaciones de autobuses. Ahí los charcos se mezclan con intantes que permanecen de pie en un andén, mientras un autobús se aleja.
Miren a su alrededor. Aún quedan charcos que desean atrapar una mirada antes de que se desvanezcan sin haber sido decodificados.




 

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