miércoles, 24 de julio de 2013

Rosa

 
La rosa le preguntó a su propia sombra proyectada por los besos que no fueron, por las lágrimas que lo fueron en demasía, por los sueños marchitos, por la nostalgia que florecía... pero sólo era eso, una sombra proyectada que se desvanecía sin apenas alcanzar a dar una respuesta.
 

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